martes, 22 de mayo de 2012

Fastidios y fascinaciones (del ángel a su escribiente, Luis, en un aparte)


Chagall: La boda(detalle sin boda)

  Te fastidia la simplicidad de los discursos en la calle y en las plazas y en las tabernas. La incapacidad de la palabra para sombrearse el perfil de los ojos con la asepsia del así tampoco / también deben de ser las cosas,aunque las diga.Te fastidia desde pequeño, como tara suave y un poco tristona que demasiadas veces has confundido con la misantropía.

Te fascina la pulsión del no querer ver y la corrección amnésica del yo ya lo había visto todo antes. Te resulta tierno el error en su inconsciencia. Tanto como te repugna la hipocresía consciente y meditada (o la cobarde, la hipocresía sobrevenida por el miedo). Odias en la ingenuidad la traición que te decepciona con demasiada facilidad. Me fascina tu debilidad de hombre en el otoño de la vida y, por eso, soy tu ángel de primavera.

Te fastidia la idea-pedrada que describe la situación del mundo en las tabernas y en las pescaderías, en las cortes supremas y en las asambleas populares. De un modo taxativo, los inmigrantes son impresentables o, en sombría copla de réplica, los malvados son los banqueros y los políticos y los especuladores. Me fastidia que la simplicidad de las dos ideas se unifiquen en mi discurso porque a los últimos le importa un higo que se diga de ellos que son malvados. A los especuladores les pone el ataque como parte de la erótica de su poder. Saben que en dos o tres días todos aplaudirán su gallardía y pagarán sus servicios con aplausos y cuentas suculentas. A los inmigrantes y otros desgraciados, su tasación como motores generadores de maldad, les pone de patitas en la frontera o en la trena.

Te fastidia que el verbo "poner" caliente la entrepierna o te saque de la casilla de la esperanza, de patitas en la calle.

Te fascina la fuerza de verdad que tiene la mentira cuando uno, por ejemplo, siente miedo o está enamorado. En el flujo del amor,fanático,jurabas que nunca hasta entonces habías tenido vida, que todo tu existir anterior fue un simulacro y que las fotografías que te recordaban los años pasados eran manipulaciones. Gracias a dios, se rompe la tenaza tierna y táctil del enamoramiento, y los ojos pierden algunos velos. Tras el enamoramiento reconocemos que el amor fue un sueño, que nunca existió o que estabas de bajón y te dejaste llevar por el clavo ardiente de una botarate. Te fascina lo fácil que es fascinarse, simplificar, olvidar.

El mirar turbio y torcido es fácil. De serie le viene la casta al galgo.

La verdad, la belleza, el bien, el honor, la fidelidad son difíciles. Tan difíciles que es relativamente fácil caer en el dogma y en el panfleto, en la ensoñación del colectivo, en el ritualismo papanata de consignas e hipocresías, en la venta del alma por tres euros el polvo, en la decepción.

Fastidia y fascina ser.

4 comentarios:

  1. Tanta simplicidad me hace desear que el mundo entero pierda el sentido del habla. Que sea incapaz de pronunciar una palabra. Que se aleje de sí mismo para volver a ella.

    Un abrazo Luís.

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  2. Simplicidad y sentido. Título de tesis o ensayo (busco en Google la concatenación de palabras y me remite a una marca comercial de productos tecnológicos). De todas formas, tengo una relación ambigua, ambivalente, bicéfala, con ambos conceptos. Los rechazo filosóficamente en cierta forma a la vez que me atraen, podíamos decir, vitalmente (O tal vez sea al revés)

    Saludos jinete

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  3. Sucede con frecuencia que la mejor palabra es la mirada porque hace más difícil la mentira.
    Y así en el mundo de los sentimientos la fascinación y el fastidio se funden y confunden por analizar y materializar las ideas.
    Vas a necesitar GPS para esos viajes interiores, más que nada porque el cerebro tiene infinitas circunvalaciones.
    Que sí que me gusta acompañarte algún ratillo en tu air-blog, pero no cojas mucha "altura" que te pierdo.
    Saludos Sr L.

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  4. Mi querida amiga-señora: tu compañía es placer y, por ello, prometo no volar a mucha altura. Por lo demás, creo que la mirada no hace más difícil la mentira.En le fondo, es la mirada ya palabra, extrañas materias que esconden lo que, por mejor nombre, llamamos alma, amor, odio, decepción, tedio, entusiasmo... Un abrazo

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