miércoles, 9 de marzo de 2011

PRECIOUS


Las cosas se dañan
las cosas se rompen
pensé que lo arreglaríamos
pero las palabras que no se dijeron 
nos dejaron muy frágiles 
y quedó muy poco para dar
(Depeche Mode: Precious)

16:38. Escucho, detrás de la pantalla, a Depeche Mode.
 Las palabras de la canción me conducen a una historia distinta de la esperada, a un  viejo mito sin comunidad, uno de los desgarros literarios de mi anónima existencia que anuncia lo que no quiero decir ahora, lo que debo ahogar  en el fondo del océano a la espera de un nuevo naufragio que me  muestre lo acaecido cubierto ya de coral y algas, como esqueleto en cuya calavera habitan poéticamente los peces payasos. Me avergüenzo de mi yo que se cruza ante la cámara hoy que quería mostrar tan sólo a Claireece Precious Jones..
****


Pienso, en el inicio, en dos palabras:

Precious 

Gift

términos  escritos y fonados en un idioma que no domino.

Gift, regalo y don;

precious, precioso y afectado.

Ayer vi la película Precious de Lee Daniels .

No puedo tocar la piel de la joven Claireece "Precious" Jones. Admiro a los que pueden acercarse al estigmatizado y ofrecer su abrazo. Me separa de los desdichados el sudor, quizás el color de su piel, sobre todo la grasa de su obesidad, la imposibilidad de leer las palabras y el analfabetismo, la cocina extrema de patas de cerdo con alubias o gachas o grasa sin más y alitas de pollo, doce o quince, tamaño familiar...  no podía abrazarte, Precious, no podía, mi alma tiene náusea  de señorita blanca preñada, sudas demasiado,  no se ven ni tus ojos ni atrae tu pecho ni tus nalgas.



Me sentía  mal  al  no poder abrazarte, Claireece.

Y llegó la escritura.Y esa hermosa profesora que da igual que sea lesbiana o que hable con su amiga como esas personas que salen en los canales de televisión que tú nunca ves. Ms Rain es hermosa como las estrellas de cine y podría tener un novio blanco. Yo deseo tocar su piel  y  respirar muy cerca de Ms Rain. Me siento mal por ello. Me agria el alma la comparativa y que prefiera la casa de la profe a tu casa del Harlem.

Tú no comprendes mi mala conciencia y desearías ser como ella y vivir en su casa. Y me dices que nadie me ha invitado a esta fiesta del deseo.


Ella dice:  ¡Escribe, escribe! write!, write!, write!.

Y los dos escribimos (pero, me temo, nuestra escritura no nos hermana)



Precious coloca la fuerza de la escritura en su sitio real, entre las muecas de su hija síndrome de down y el incesto de papá, el egoísmo de la madre  y  la responsabilidad de la niña de 16 años.

Escribe, escribe, write, write, write... te dice Miss Rain.

Yo escribo sin espacio, en el no lugar de mi quejío de macho-blanco sensible


¿Hasta cuando, Claireece, la escritura? ¿Romperá el crack la sintaxis?¿Hay un AIDS en la escritura?

Y tú, que ya habías ganado batallas a la escritura, sólo podías garabatear aquel día why me? why me?cuando te dijeron que no podías amamantar al niño si no querías transmitirle el bicho. Por qué todo a ti, porque todas las pulgas van al perro flaco, por qué tener fe, como ms Rain, en el escribe, escribe, escribe... o como la trabajadora social en el cuenta, cuenta, cuenta... por qué...

No hay respuesta salvo el paso adelante. La pregunta por qué a mi sólo se te permite en una ocasión, Precious. Ese es tu máximo derecho de queja. El resto, sabes, es la asistencia social. Yo, en el otro lado, venciendo mis ascos para abrazarte, escribiendo sólo como el que se lame heridas, yo tengo derecho a quejarme por siempre y para siempre, ser aullido yo, indigno después de tu historia,sí, pero a quién le importa la dignidad , qué relevancia tiene ser pulga de rata si no soy una adolescente negra y gorda,  hija del incesto y del egoísmo de la mamá  adicta al amor que no llega.

Sólo en el abrazo que ahora te niego, Precious,  comprendería que todo lo que acaece es regalo(gift) como se dice en el inicio de la película. Pero no estoy capacitado.

No veo el mundo como regalo, Precious.

Que tu seas el regalo y yo no lo vea es el estigma que marca mi incapacidad.

Aleluya.



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